sábado, 31 de diciembre de 2011

sábado, 29 de octubre de 2011

Cuando alcancé la sabiduría...

Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se dice.

Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder.
Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.


Cuando alcancé la sabiduría, ella me miró y dijo: "Ya me alcanza cualquiera".

Texto:Ernesto Esteban Echenique
Fotos: Bernardo Monteagudo

sábado, 27 de agosto de 2011

miércoles, 20 de julio de 2011

lunes, 16 de mayo de 2011

Limpia tu Provincia, Limpia tu Mente...

Evento que se realizara en simultáneo en todas las ciudades de la Provincia de Buenos Aires.

Para informarte por tu ciudad comunicate al mail:

laprovinciaresponde@gmail.com

Informes en Pinamar:

pinamar@elartedevivir.org

48-2998 (02267) 15-533924

sábado, 5 de febrero de 2011

Cuando me amé de verdad...


Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin